Formación Cristiana

San Pedro Poveda fue responsable de una misión en la Iglesia y decidió ofrecerla para que otras personas pudieran vivirla. Le fue concedido el carisma de la convocatoria. Convocó para vivir el servicio a Dios en el corazón del mundo, en la vida misma y cotidiana, poniendo fe y vocación en las tareas encomendadas a cada cual en la sociedad.

Dentro de la obra de Poveda, la referencia a los primeros cristianos recoge uno de los aspectos fundamentales de su pensamiento: la idea de volver al cristianismo originario, que estaba tan próximo y tan convencido del mensaje de la Encarnación: que Jesús, el Hijo de Dios, asume todo lo humano cuando nace de María en Belén.

El fundador de la Institución Teresiana pone el acento en la vocación arrolladora de los hombres y mujeres de la primitiva Iglesia porque fueron capaces de cambiar la Historia con el testimonio de una fe vivida en lo cotidiano, inmersos en las realidades terrenas de las que formaban parte. Poveda creyó en la fuerza de un cristianismo vivido así, en la entraña del mundo, hecho aliento, levadura, sal. Creyó en la fuerza de la fraternidad, de la tolerancia, de la mansedumbre, de la humildad.