Institución Teresiana

  • ¿QUIÉNES SOMOS?
  • ¿CÓMO VIVIMOS?
  • LINEAS DE ACCIÓN

¿QUIÉNES SOMOS?

Somos mujeres y hombres que nos asociamos para vivir la fe y contribuir a la promoción humana y la transformación social, mediante la educación y la cultura, desde nuestras responsabilidades profesionales y familiares, participando en la misión evangelizadora de la Iglesia.

Somos gente corriente, sin distintivos exteriores, pero singulares e inconfundibles por nuestro modo de estar presentes en la sociedad, de unir oración y estudio, formación y acción.

Los miembros de la IT estamos en una treintena de países en África, América, Asia y Europa. Queremos ser sal para dar sabor, levadura que se mezcla para construir un mundo más humano y fraterno, más cercano al proyecto de Dios que Jesús nos revela en su Encarnación.

¿CÓMO VIVIMOS?

La llamada a la santidad que recibimos al ser bautizados la vivimos en medio del mundo, como los primeros cristianos que solo se distinguían por el amor mutuo y por difundir la Buena Noticia a todas las gentes, no por especiales signos o distintivos externos.

Vivimos la vocación como miembros de la IT desde la profesión propia en cualquier ámbito de lo público o privado donde se pueda colaborar en la construcción de un mundo más humano y justo: profesores, médicos, arquitectos, abogados, cuidadores, artistas, investigadores, trabajadores sociales, periodistas, deportistas…Un número elevado estamos en tareas de educación formal y no formal, en todos sus niveles.

 

LINEAS DE ACCION DE LA INSTITUCION TERESIANA INTERNACIONAL

Tejer redes de fraternidad en el mundo

La IT quiere vivir la inclusión y la hospitalidad, ante la diversidad de ideas, culturas, personas… combatir y denunciar toda forma de discriminación, prejuicios e intolerancia.

Fomentar enfoques y prácticas que afirmen los derechos humanos y promuevan la paz, la justicia, la igualdad, el cuidado de la creación.

Comprometernos con las familias

Apoyamos como Institución los proyectos educativos, sociales y otras presencias de trabajo con familias, especialmente con las que están en las diversas periferias de nuestro mundo.

Acogemos la diversidad de realidades familiares y denunciamos situaciones de pobreza, discriminaciones, violaciones de los derechos humanos, la violencia en todas sus formas y las consecuencias negativas de las migraciones.

También hay que seguir luchando por la igualdad de las mujeres, por su dignidad y sus derechos.

Caminar con los jóvenes

Acompañar a los y las jóvenes en sus itinerancias geográficas y sus búsquedas existenciales, ofrecerles una acogida incondicional donde puedan experimentar formas alternativas de vivir, relacionarse, contrastar y procesar lo que viven.

Ponemos el acento en la formación de jóvenes con sentido ético y solidario, capaces de abrirse a la interioridad, al Dios de Jesús.

Jóvenes que se conmuevan ante el sufrimiento, la pobreza y la exclusión y luchen contra estos males.